martes, 4 de enero de 2011

Consumo, lo que viene


El gasto en consumo de los hogares colombianos está creciendo a toda velocidad. ¿Es una bonanza fugaz, o una tendencia sostenible?




En septiembre de 2009, el consumo de los hogares reportó la variación porcentual anual más baja de los últimos cinco años, con unas ventas minoristas que caían 7,29% frente a las ventas del mismo periodo de 2008. Vivíamos en Colombia el coletazo de la crisis internacional y el ambiente era de incertidumbre. Sin embargo, en cuestión de meses las circunstancias cambiaron radicalmente. En junio de 2010, las ventas minoristas crecieron 15,53% frente al nivel que registraban 12 meses atrás.

El consumo viene en acelerada expansión y muchas empresas han tenido que modificar hacia arriba sus proyecciones. El sector automotor empezó el año con un estimativo de ventas de 230.000 unidades, pero se calcula que podrían ser más de 260.000; mientras que en televisores, la cifra que era de 1,2 millones, puede llegar a 1,4 millones de unidades vendidas.

La pregunta de fondo es: ¿se trata de una tendencia duradera, o es un punto alto del ciclo económico? ¿Lo que hay que hacer ahora es simplemente aprovechar la coyuntura mientras dura, o hay un cambio de patrones de consumo que ameritaría ajustes en las estrategias de largo plazo. Si bien es imposible predecir el futuro, lo cierto es que se está acumulando una amplia gama de factores que permiten pensar que la actual expansión del consumo hace parte de una tendencia que no desaparecerá en el corto plazo. Los países latinoamericanos vienen creciendo a tasas aceleradas. Esto ha permitido que millones de personas entren en el mundo del consumo cambiando los patrones.

El mercado colombiano hace parte de esta tendencia de acelerado crecimiento del consumo de las clases medias en un grupo de países en desarrollo. La consultora McKinsey estima que el consumo de las clases medias en estos países pasará de US$6,9 billones (esto es, millones de millones), a US$20 billones en el curso de la próxima década. Esta magnitud equivale al doble del tamaño de la economía de consumo actual de Estados Unidos.

Ante esta perspectiva, Colombia figura hoy en un lugar destacado en los mapas de oportunidades de todas las transnacionales de productos de consumo. Más allá de este fenómeno coyuntural, las cifras muestran que los consumos per cápita son inferiores en Colombia frente a otros países con niveles similares de desarrollo y los colombianos se están moviendo para superar esa brecha.

El estudio que realizan cada dos años, desde 2004, Gallup y Dinero sobre el gasto de los colombianos, y cuya versión para 2010 presentamos en esta edición, tiene un significado especial: confirma que Colombia protagoniza hoy un fenómeno de acelerado crecimiento en el consumo de sus clases bajas y medias. Entre 2004 y 2010, el consumo de los colombianos ha crecido 24,8% en términos reales. El consumo del estrato 1 es una verdadera revelación, con un incremento de más de 60% en ese periodo. El consumo del estrato 3 ha crecido 18% en el mismo lapso.

De esta manera se está creando un panorama de intensa competencia entre las empresas y será necesario desarrollar rápidamente nuevas estrategias para seguir avanzando.

Panorama feliz

"La suma de confianza y optimismo genera una dinámica muy poderosa", explica Andrés Arango, presidente de la constructora Ospinas, al destacar el rápido crecimiento del consumo. Y es cierto que el año 2010 ha sido rico en eventos que refuerzan la confianza. En el campo político, la fluidez con la que ocurrió el tránsito desde la era de Álvaro Uribe hacia el gobierno de Juan Manuel Santos; en el frente económico, el sostenido crecimiento; y en la seguridad, la operación que culminó con la muerte del "Mono Jojoy" dan un espaldarazo a ese escenario de mayor confianza.

Todo eso se ha reflejado en mayor crecimiento económico, mayor confianza y mayor consumo. Los estimativos de crecimiento del PIB, que al comenzar el año se ubicaban en 3,5%, hoy superan el 4,5%. Los indicadores de confianza vienen en ascenso. Según la Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) de Fedesarrollo, realizada en agosto, el índice de confianza del consumidor aumentó y se ubicó en el nivel más alto de 2010. El índice pasó de 29,6 en julio, a 38,8 en agosto, con una variación positiva de 9,2 puntos porcentuales. Al comparar este resultado con el obtenido en agosto del año pasado, se encuentra que la confianza aumentó 30,08 puntos, el nivel más alto desde 2001.

"Para mí, este es el indicador más importante", afirma Carlos Mario Giraldo, vicepresidente del Éxito. Un factor que ha contribuido a dinamizar el crecimiento del consumo este año ha sido el aumento de las compras de bienes durables, como automóviles y electrodomésticos, impulsadas, en gran parte, por la revaluación. La apreciación del peso frente al dólar, que bordea el 12% anual, permite que los productos importados lleguen a mejores precios y obliga a las compañías locales a ajustar su oferta para cuidar el mercado. A esto se suma la baja en las tasas de crédito y la mayor posibilidad de acceder a esquemas de financiación.

"Ante la percepción de crisis e incertidumbre, los consumidores aplazaron necesidades de bienes durables de mayor valor, y mantuvieron sus compras focalizadas en artículos de consumo masivo y de primera necesidad", explica Giraldo. "En estos últimos meses, en cambio, hemos visto una tendencia a que se estimule mucho más la demanda de bienes durables". "Veníamos de casi dos años de tener contenida la demanda", confirma Cipriano López, gerente de Haceb. "Cuando se recupera la confianza, la demanda se destraba".

Al mismo tiempo, las empresas han respondido al crecimiento de la demanda con agresivas políticas de precios y promociones. Uno de los ejemplos más relevantes está en la industria aeronáutica: con la caída de los precios, de más del 30%, el número de pasajeros para vuelos nacionales aumentó 37,6% entre enero y julio de este año, con relación al mismo periodo de 2009.

Según Francisco Valderrama, gerente general de Epson, para jugar en este mercado es indispensable mantener una relación calidad-precio muy favorable para el consumidor. "El motor de compra está asociado a la promoción o la promesa de una oportunidad de ventaja en precio, siempre bajo la premisa de una garantía de alta calidad. No estamos en un mercado fácil, pues nuestro cliente ha evolucionado", afirma.

Cambios profundos

Las perspectivas de crecimiento para los productos de consumo en Colombia son altas, pues se espera que el país avance en la reducción de la brecha que lo separa de otros países de América Latina en el consumo per cápita. Para el año 2009, por ejemplo, de acuerdo con el análisis de la firma Euromonitor, mientras en Argentina se consumían 67,5 kilogramos de carne por persona al año y en Brasil 34,3, en Colombia el consumo era de 16,6 kilos. En galletas, Colombia apenas consume 2,2 kilos por persona al año, mientras que en Chile es casi cuatro veces más, en Argentina cerca de cinco veces, en México el doble y en Brasil el triple.

En el caso de vehículos, si bien Colombia espera vender este año más de 230.000 unidades, está aún lejos de países como Argentina que, de acuerdo con cálculos de Ford, pueden estar en cerca de 600.000 unidades. Lo mismo pasa en electrodomésticos. Para López, de Haceb, estos mercados son inmaduros. "Por ejemplo, en lavado solo hay una penetración de entre 30% y 40%". Esto, sin embargo, está cambiando rápidamente. "Los consumidores tienen la información en tiempo real, están interconectados y las demandas cambian", señala.

Según cálculos de Hewlett Packard (HP), la penetración de computadores en Colombia es apenas del 18%, menor que el promedio latinoamericano, de 25%. "Hemos venido acercando los computadores a un segmento que lo pueda adquirir", dice Raúl Ramírez, de HP.

La recuperación de este rezago es posible ahora porque se vienen dando una serie de cambios de largo alcance. Uno es el creciente acceso al crédito y a los servicios bancarios. Durante los últimos tres años, cerca de 2,2 millones de personas han ingresado a la banca, según datos de la Asobancaria. Con esto, alrededor de 17,8 millones de personas (58% de la población adulta) está actualmente bancarizada, al tener por lo menos un producto financiero, esencialmente cuentas de ahorro. Además, la banca ya llega a 94% de los municipios del país, gracias a los más de 7.000 corresponsales no bancarios (CNB) que hoy existen.

Adicionalmente, la posibilidad de acceder al crédito se da no solo por la vía de los bancos, sino de financiación que ofrecen otros agentes, como las empresas de servicios públicos o los establecimientos de comercio. Sin embargo, y a pesar de estos avances, no ha sido posible recuperar la participación del 40% que el sistema financiero tenía como porcentaje del PIB antes de la crisis financiera de 1998. La cartera está hoy en alrededor del 30% del PIB, lo que nos pone lejos de estándares internacionales. "En el sistema financiero hay bastante para innovar en sofisticación y penetración", dice Fernando Ferrari, socio de la firma de consultoría McKinsey.

Otro cambio es la generación cada vez más frecuente de desarrollos para los mercados locales por parte de las compañías multinacionales, algo que está ocurriendo en muchos mercados emergentes y también en Colombia. Un buen ejemplo es Nestlé. El Milo que se consume en Colombia es único en el mundo por su preparación y presentación, pues no es en polvo y conserva una textura particular. Esto contribuye a la diferenciación del producto y le ha permitido a la compañía hacer extensiones de línea.

Por su parte, las empresas de retail siguen aportando al cambio. Hace apenas cinco años, en Colombia no se había desarrollado el formato de tiendas, como Falabella, ni había marcas internacionales -como Zara o Mango-. Hoy La Polar (de Chile) se apresta a abrir su primera tienda y se espera la llegada de la también chilena París. Por el lado de prendas de vestir, otras marcas de Inditex -dueña de Zara- han llegado, como Stradivarius o Massimo Dutti. Y otras que se habían ido del país están de regreso, como Burger King y Office Depot. "Colombia estaba rezagada en retail en Latinoamérica. Nos llevaban ventaja Chile y Argentina. Estamos nivelándonos, el comercio especializado coge más fuerza y eso incentiva el consumo", explica Mauricio Quintana, vicepresidente de mercadeo de Homecenter. Una de las grandes apuestas de esta cadena es acompañar el crecimiento de sus tiendas tradicionales -entre 4 ó 5 por año-, con la creación de tiendas para la clase media, para lo cual está desarrollando un proyecto piloto en Soacha.

Algunas multinacionales han visto en el desarrollo de canales una oportunidad de crecimiento. Por ejemplo, Colombia fue el primer mercado en el mundo endonde HP desarrolló su canal de tiendas propias. "Colombia fue pionero en apertura de tiendas y hoy esta es una estrategia mundial. Tenemos 60 tiendas HP en el país, lo cual, además, nos permite hacer gestión en el entendimiento del consumidor", dice Ramírez, de HP.

Además, Colombia tiene mercados internos relevantes. "Los formatos de grandes almacenes no solo están en Bogotá, han llegado también a ciudades como Cartago, Palmira, Cúcuta y Pereira. Eso genera unos estándares de calidad distintos, mayores economías de escala y mejores precios", dice César Caballero, ex director del Dane. Un ejemplo de esta dinámica es Haceb: las grandes ciudades crecen a ritmos del 12%, mientras las ciudades intermedias lo hacen a más del 20%.

Finalmente, la dinámica de la construcción y la vivienda de interés social se convierten en un gran impulsor de consumo, porque jalonan otras categorías. La construcción de un millón de viviendas en los próximos cuatro años, anunciada por el presidente Santos, se convierte en un factor de gran importancia. "Es necesario lograr la voluntad de los gremios, Gobierno y empresarios para alcanzar esa meta. Hay que hacer una reingeniería a los subsidios y viabilizar esos recursos para dinamizar la construcción", dice Arango, de Ospinas. El interés por capitalizar los cambios en el consumo están en la agenda de todos. Por ejemplo, el programa académico del Congreso Colombiano de Comunicaciones Publicitarias de este año gira sobre ese aspecto y varios de sus conferencistas han colaborado con este especial.

Las amenazas

Por supuesto, no todos los elementos tienen implicaciones positivas. Para Roberto Steiner, director ejecutivo de Fedesarrollo, la probabilidad de que el consumo privado tenga un crecimiento satisfactorio en 2010 es muy alta, pero de todas formas existen riesgos: "principalmente, un deterioro mayor del mercado laboral y, en menor medida, la posible desaceleración de la demanda pública, que frenaría el dinamismo de la demanda agregada".

Pensando en el mediano plazo, según Steiner, "el futuro puede verse afectado por una devaluación, una política monetaria contraccionista que incremente las tasas de crédito o, incluso, por una carga financiera muy alta que obligaría a los hogares a devolverse a una postura más austera en cuanto a su ahorro". A su vez, Caballero considera que las altas tasas de desempleo, subempleo e informalidad "llevan a que persista un volumen de población sin capacidad de compra y sin pertenecer a los circuitos formales". Además cree que el momento actual podría limitarse a una breve coyuntura. "Estamos experimentando un boom, pero también una enfermedad holandesa clásica. Tenemos una especie de burbuja que, como todas, es ficticia. Son momentos de alegría y parranda pero, a largo plazo, la resaca puede ser muy dura", concluye Caballero.

Al final, el reto está en saber aprovechar los elementos positivos de la coyuntura favorable para proyectarlos en una trayectoria de largo plazo. Como dice Ferrari, de McKinsey, el desafío es alinear los elementos positivos, "para que haya un boom de verdad y no un pico en la tendencia normal".

Para las empresas que operan en Colombia, este es un momento de decisiones importantes. Aunque persisten riesgos que no se pueden menospreciar, las condiciones actuales son las mejores que se han dado en mucho tiempo para sembrar un crecimiento de largo plazo en los mercados de consumo. La dinámica del país obliga a los jugadores a renovar sus estrategias muy rápidamente, pues son muchos los que aspiran a ganar posiciones de largo plazo en el mercado colombiano.

La revolución del estrato 1

Un claro ejemplo de la dinámica en el crecimiento del consumo lo muestra la más reciente encuesta realizada por Gallup para Dinero en torno a la pregunta ¿en qué gastan los colombianos?



Es una medición que se hace cada dos años, desde 2004, en las cuatro principales ciudades y en la cual se le toma el pulso a la distribución en el gasto de los colombianos.

Los resultados de la encuesta, para este año, son reveladores. Por una parte, el gasto promedio mensual de un hogar es de $2'474.413, cuando esa cifra en 2004 era de $1'514.154. Frente al año 2008, el consumo, en términos absolutos, creció 16%.

Del total del gasto, el mayor porcentaje se lo lleva la vivienda, que en general representa el 27,9%; mientras los alimentos participan con el 21%, resultados consistentes con los arrojados en los estudios anteriores. Sin embargo, se ven resultados y crecimientos interesantes en otros segmentos. Por ejemplo, mientras en 2004 el porcentaje de hogares que reportaba tener carro o moto en el hogar era 21%, para este año es 25%. El gasto total de transporte pasó de más de $172.000 mensuales, a $261.000, cerca de la mitad ($126.000) representados en aquellos que generan los carros y las motos (gasolina, impuestos y adicionales).

El otro tema relevante tiene que ver con las comunicaciones, cuyo gasto al mes pasó de $38.000 en 2004, a $138.000 este año. Este crecimiento se ve reflejado en los tres aspectos que se miden. El gasto mensual en telefonía celular, que en 2004 era de $23.800, es para este año de $54.100. El de televisión por suscripción pasó de $11.600 a casi $30.000, en el mismo periodo; y el de acceso a internet se multiplicó por ocho: de $3.400 a $24.400 cada mes.

En lo relacionado con deudas, en 2004, en promedio, cada hogar en Colombia destinaba $71.000 para su pago. Para 2010, la cifra llegó a $132.896. Finalmente, a nivel general, se destaca el porcentaje de hogares que reportan tarjeta de crédito. Mientras en 2004 fue del 15%, para este año esa cifra llega al 24%.

Pero, sin duda, el dato más importante que arroja el estudio es la tendencia creciente en el consumo del estrato 1. Un hogar de este estrato pasó de gastar al mes $834.550, en 2004, a $1'842.248, para este año. Si bien el valor de su consumo es menor, corresponde a uno de los estratos de mayor población que puede entregar el volumen que muchas empresas necesitan para crecer.

Hace seis años, en vivienda destinaba $366.000 al mes, para este año la cifra bordea $690.000. En alimentos ocurrió algo parecido con el gasto mensual, pasó de $365.000 a $519.000, y se convirtió en el renglón más importante en el gasto.

No obstante, este segmento de la población empieza a dar señales de importancia en otros gastos. En 2004, el 5% de sus hogares reportaba contar con carro o moto, hoy ese porcentaje llega a 22%. En el caso de las tarjetas de crédito, la participación en hogares pasó de 1%, hace seis años, a 11%, en la actualidad.

Otro claro ejemplo se da en comunicaciones. Por ejemplo, de $17.000 que gastaba al mes un hogar de este estrato en 2004, para este año aumenta a $40.300; en televisión por suscripción pasa de $5.900 a $15.800; y en acceso a internet da un salto gigantesco: de solo $100 que destinaba hace seis años, ahora gasta $14.700.

Ahora, el consumo del estrato 1 está apalancado en más endeudamiento. De $11.900 que destinaba hace seis años para el pago de sus deudas, hoy esa cifra supera los $132.000 mensuales.

Dentro de los resultados de la encuesta también se destaca el comportamiento del estrato 3, que incrementó su consumo, en términos reales, 18%, de 2004 a 2010; mientras en el estrato 2, el crecimiento fue del 13,1%, confirmando el protagonismo del consumo de la clase media en los países emergentes. Entre tanto, los estratos 5 y 6 crecen al 12,7% en el mismo periodo, y también en términos reales.

Este comportamiento se ratifica con el nivel de confianza de los consumidores. El análisis del índice de confianza de? Fedesarrollo por nivel socioeconómico muestra que en agosto la confianza aumentó en todos los niveles. La confianza de los consumidores de nivel bajo presentó una variación mensual positiva de 13,2 puntos y pasó de 24,4 en julio, a 37,6 en agosto. Por otro lado, la confianza de los consumidores de nivel medio (estratos 3 y 4) aumentó 10,9 puntos, pasando de 28,8 en julio, a 39,7 en agosto. Los consumidores de nivel alto (estratos 5 y 6) también mostraron un aumento en su confianza, la cual pasó de 34,8 en julio a 40,3 en agosto.

Sin embargo, no todas son buenas noticias. Uno de los estratos que limita más sus consumos es el 4 que, en términos reales, disminuyó su gasto mensual, de 2004 a 2010, en -4,7%.

Barranquilla, al alza
Además del positivo comportamiento del consumo en el estrato 1, el estudio de Gallup arroja otro resultado sorprendente: el protagonismo de Barranquilla en el consumo y la caída de Medellín.

En primer término, este año el gasto mensual de un hogar de la capital del Atlántico llega a $2'791.000 y casi iguala al de un hogar de Bogotá que registra $2'792.000. Con relación a la medición de 2008, el consumo en Barranquilla creció 39%, siendo la ciudad -de las cuatro medidas- que mayor incremento registró.

Varios hechos reflejan este crecimiento. En vivienda, cada hogar barranquillero pasó de gastar, en 2008, $428.100 mensuales a $664.000 este año; mientras en comunicaciones y esparcimiento sus gastos en seis años casi que se duplican. En el primero, de $78.700 mensuales que registraba en 2008 ascendió a $115.100; y, en el segundo, de $143.000 se ubicó en $185.000, para 2010.

Además, registra un aumento del porcentaje de hogares que reportan tener vehículo o moto: mientras en 2008 era de 21%, para este año llega a 27%. Situación similar se ve en otras áreas. Hace dos años, 23% de los hogares reportaban tener tarjeta de crédito, hoy es el 24%.

Y este crecimiento está apalancado en deuda. Para 2008, un hogar en Barranquilla destinaba $93.900 en el pago de sus deudas, hoy la cifra supera los $133.000.

La otra cara de la moneda la vive Medellín. Su consumo este año, frente a 2008, tuvo un comportamiento negativo (-12%). Las principales caídas se dieron en transporte (-14%); en vestuario y calzado (-31%); en esparcimiento y diversión (-31%) y en deudas (-68%).

Por su parte, Bogotá y Cali registraron crecimientos de 22% y 23%, respectivamente, en sus consumos, al comparar con el estudio de hace dos años.

Consumidores y la intención de compra

Protagonistas del cambio


El despertar del consumo en Colombia tiene diferentes protagonistas. Si bien son los mismos de siempre -mujeres, hombres, niños, jóvenes y adultos mayores- los papeles que están jugando como determinadores de las compras son distintos a los del pasado.


El panorama ha cambiado. Mujeres con poder adquisitivo, fruto de su mayor inserción al mercado laboral; hombres más conscientes de su salud, su físico, de lo que comen, de los productos que se aplican y de cómo vestirse; unos niños y jóvenes más empoderados en las decisiones de compra de la familia, con una alta influencia de la información, producto de la tecnología y las telecomunicaciones.

Además, en una sociedad que envejece más rápido, los adultos mayores se convierten en uno de los targets más interesantes por desarrollar, al igual que otras comunidades que cobran relevancia a la hora del consumo, como la de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT).

Mujeres, más oportunidades


La mayor generación de ingresos gracias a su creciente inserción en el mercado laboral sigue incrementado su poder en las decisiones de compra, tanto individuales como del hogar.


* Compras que tradicionalmente realizaban los hombres, como vehículos, computadores y televisores están siendo influenciados por las preferencias que tienen las mujeres, que ya no están limitadas a tomar las decisiones de bienes relacionados con el cuidado del hogar.

* Según Euromonitor International, mientras que en 1989 había 2,2 hijos por hogar en Colombia, en 2009 cayó a 1,3. Por su parte, mientras en 1995, en promedio, una mujer tenía su primer hijo a los 22,14 años, en 2008 este indicador subió a 23,17 años.

* “El concepto de belleza ha cambiado. La mujer no solo quiere verse bien, sino sentirse bien. Por eso tiene una perspectiva más integral sobre ella misma. Le interesa la alimentación, el deporte, el cuidado de la piel, el estilo de vida.
Nelson Cabrera, presidente para la región andina BDF

* El aumento mundial proyectado de los ingresos de las mujeres hasta 2013 será de US$5,1 trillones, un crecimiento mayor que el de la economía china en el mismo periodo. En su conjunto, las mujeres deben ser consideradas como el mercado emergente más grande del mundo.
Fuente: World Economic Forum 2010

* A pesar de que la mujer pasa menos tiempo en el hogar, sigue siendo la protagonista del consumo, pues hacer el mercado y planear las compras continúan a su cargo.
Fuente: Yanhaas

* El papel protagónico de la mujer en el consumo ha abierto los ojos de algunas marcas para hacer productos exclusivos que satisfagan sus necesidades. Davivienda, por ejemplo, sacó una tarjeta de crédito solo para mujeres, con beneficios especiales, como un conductor cuando lo necesiten.

* Parte del crecimiento de la inserción laboral de la mujer se explica en el aumento de la tasa de alfabetización, la decisión de algunas de retrasar la decisión de casarse y tener hijos, el mayor uso de anticonceptivos y la menor fertilidad en las familias.

* Más enfocadas en productos naturales. El cuidado de la familia es un tema clave y le dedican tiempo en los supermercados a observar los productos que cumplen con estos requisitos. Al estar más informadas, buscan productos con mayor contenido de sustancias naturales y el mínimo de artificiales.

* Prefieren marcas en las que se nota un compromiso social. Esto ha motivado a muchas compañías a vincularse con este tipo de causas. Este es el caso de compañías de cosméticos como Avon y La Riviera, que apoyan a las mujeres con cáncer a través de fundaciones.

* Según el Dane, entre 2001 y 2009, el total de mujeres económicamente activas en las 13 principales ciudades pasó de 4 millones a 4,6 millones.

* “Estamos dejando de pensar en la mujer como el paradigma de maternidad. La comunicación ha entendido que debe pensar más bien en tipos de mujeres y en roles y actitudes dentro de la feminidad. Puede ser la mujer perfecta o la deportista o la masculina”.
Juan David Franco, vicepresidente de planeación estrtégica Leo Burnett

* En Colombia, la brecha entre los salarios de hombres y mujeres ha comenzado a cerrarse, dado que los salarios de las mujeres están creciendo más rápido. En 1995 los salarios de los hombres eran 85% mayores que los de las mujeres. En 2008, la diferencia cayó a 54%, debido a que, entre 2005 y 2008, mientras los salarios de los hombres crecieron en 221, 3%, los de las mujeres lo hicieron en 279,2%.
Fuente: Euromonitor International

* Más interesadas en productos nutritivos, que aporten a su salud y no terminen dañando su figura. Se fijan mucho más que antes en los contenidos nutricionales de los productos que consume para sí y su familia.

* “Aunque la mujer colombiana sigue siendo tradicional en muchos aspectos, se observa un rompimiento con la generación anterior. Por el cine, la televisión e internet, están expuestas a más códigos de consumo, por lo que ellas mismas quieren formar sus propios hábitos”
Andrés Quintero, presidente Rep/Grey

* “La mujer en Colombia sigue siendo el comprador más poderoso, pues decide cerca del 70% del gasto de los hogares”.
Camilo Herrera, presidente Raddar

* En productos cosméticos, el factor aspiracional y la identificación con un ícono de la moda es muy importante para la mujer colombiana. Guillermo Barreto, director de retail de La Riviera, señala que los perfumes que tienen como imagen a estrellas de cine, como Nicole Kidman y Uma Thurman, han ganado espacio entre las consumidoras.

* María Isabel Uribe, gerente de la franquicia española MNG en Colombia, señala que la globalización, el mayor acceso a internet y la posibilidad de viajar al exterior han hecho que las mujeres colombianas sean muy exigentes con la moda y busquen estar siempre a la vanguardia.

* La tendencia de la ‘nostalgia’ por los productos que se consumían antes, sumada a la fortaleza de sus marcas, llevó a Nestlé a crear extensiones de marca para el mercado de los niños, con dos de sus productos tradicionales: Milo y La Lechera, que en forma de galleta buscan llegar a otro momento de consumo.

* El mayor poder adquisitivo de la mujer, sumado a los excedentes que tiene por no tener hijos tan pronto, ha incrementado la demanda por productos para su uso individual, como ropa, cosméticos, gimnasios, cirugías plásticas y spas.

* “Cada vez más, las mujeres buscan productos con el concepto ‘on the go’ o productos para llevar, porque las exigencias laborales y familiares las obligan a recurrir a productos más portables y esto seguirá ganando espacio”.
Sergio Agudelo, marketing manager de galletería Nestlé.

El mejor momento de la vida (Mayor a 65 años)


Están en el mejor momento de la vida, ya educaron a los hijos y el dinero que les queda lo pueden gastar en lo que siempre han soñado. Pero, infortunadamente, en Colombia, la mayoría de las marcas no lo están viendo al estar focalizadas solo en la juventud.



* Una compañía en Colombia que ha desarrollado productos pensando en ellos: Team ha lanzado productos como Gourmet Biocardis, un aceite con esteroles vegetales, que baja el nivel del colesterol y está diseñado para adultos mayores de 40 años. Actualmente, el 10% de sus ventas se dirigen a la población más adulta. Se estima que en cinco años serán del 30%.

* Thermador, la compañía estadounidense de electrodomésticos, se inventó una estufa que se apaga sola al terminar de cocinar.

* Además de los deseos están los problemas, por lo que el consumo relacionado con dificultades específicas de ese segmento como la salud también cobra importancia para que las compañías diseñen servicios para ellos.

* Aquellos servicios encaminados a brindar una mejor calidad de vida, como spas, gimnasios y centros de odontología y de cirugía estética encontrarán mayores oportunidades en este segmento que presenta una expectativa de vida más alta y una mayor conciencia de cuidarse.

* La empresa coreana Samsung ideó el Jitterbu, un celular muy simple que tiene un mejor sonido y un teclado más fácil de usar.

* La cadena de farmacias de Estados Unidos, Walgreens, instaló botones de ayuda cerca a los productos pesados para llamar a personal que ayude a cargarlos. También se preocupa por tener anuncios y etiquetas más claras para leer con mayor facilidad.

* De acuerdo con la Comisión de Población y Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas, la expectativa de vida al nacer en los países menos desarrollados pasará de 63 años entre 1995-2000, a 75 años en 2050. La población mayor de 60 años pasará de representar el 8% de la población en 2000, a 20% en 2050.

* Algunas marcas se han esforzado por crear productos que les ayuden a llevar una vida más independiente. Sin embargo, esta tendencia se ve sobre todo en países desarrollados.
Fuente: JWT

* Al estar en una etapa de la vida en la que se pueden dar el lujo de preocuparse por ellos mismos y de hacer lo que siempre han soñado, surge la oportunidad de las marcas de lujo, como vehículos, y de las actividades de experiencia, como viajes, de hacer productos y servicios destinados a este segmento de alto poder adquisitivo sobre todo en estratos medios y altos.

* En Colombia ha predominado la población joven, sin embargo, todo parece indicar un cambio de tendencia. Según el Dane, para 2020, la población colombiana menor a 15 años disminuirá en 17,5%, mientras las personas mayores de 65 años se incrementarán en 35%.

* “Aunque nos faltan varios años para llegar a ser una sociedad como la europea, donde los hogares cada vez tienen menos niños, se trata de un futuro probable en el que la ciencia y la medicina seguirán alargando la vida de los mayores y, por consiguiente, seguirán siendo un mercado objetivo de interés con poder adquisitivo y con necesidades por satisfacer”.
Catalina Mejía, presidente Yanhaas

* “En Colombia el sistema pensional es tan frágil que ha causado que este consumidor sea temeroso y no haga más inversiones ni gastos en entretenimiento y turismo. Este segmento se preocupa más por tener la capacidad de compra de medicamentos”.
Camilo Herrera, presidente Raddar

La nueva "tercera edad"


El crecimiento del mercado de los adultos mayores debe captar tanto nuestra atención, com nuestros presupuestos de mercadeo.

Por: P. Miles Yung



En la década que viene, la más importante tendencia del consumidor en los Estados Unidos será la llegada de la generación de baby boomers a lo que llamamos tercera edad. No hay duda de que esto transformará el significado de “ser mayor” en Norteamérica.

Hay 80 millones de baby boomers en los Estados Unidos. Es decir, uno de cada tres adultos pertenece a dicha generación, y sus edades van de los 45 a los 64 años. En la siguiente década se proyecta un incremento del 50% en el grupo de edad ubicado entre 65 y 74 años, que se convertirá en uno de los segmentos de más crecimiento en dicha nación.
En contraste, el número de adultos en los Estados Unidos entre 18 y 54 años solo crecerá 2% entre 2010 y 2020. Y, aunque aumentará la edad de todas las audiencias importantes, la franja de los 72 millones que están entre los 18 y los 34 años solo proyecta un crecimiento del 6% en el mismo periodo.

En el pasado, la franja de 65 a 74 años era entendida simplemente como “una gran cantidad de gente mayor”, y para la gran mayoría de consumidores de esa edad era solo un momento de transición entre dos etapas de la vida: el trabajo y la jubilación. Hace dos años, 3 de cada 4 personas en dicha franja estaban completamente jubiladas. Eso significaba una reducción del 29% en el ingreso promedio de los hogares y 25% menos de gasto en bienes de consumo y servicios.

Nuestras investigaciones durante los últimos años han revelado que los consumidores entre los 55 y los 64 años, conocidos como early boomers transformarán tanto nuestra percepción como la realidad de lo que significa “pertenecer a la tercera edad”. Esto es lo que hemos encontrado:

Primero, el tamaño. En la próxima década, habrá más consumidores entrando al grupo de edad que va de los 65 a los 74 años, que en las cuatro décadas anteriores juntas. Aportarán un millón de consumidores nuevos a dicho segmento cada año. Estos números por sí solos han de captar tanto nuestra atención como nuestros presupuestos de mercadeo.
En segundo lugar, tenemos la educación superior y el ingreso. Los hombres de los Estados Unidos entre los 60 y los 64 años tienen una tasa de educación superior más alta que la de cualquier otro grupo de edad masculino, y cerca del 40% tiene un título universitario. Como resultado, una sólida mayoría de hombres y mujeres de esta edad se desempeña en cargos ejecutivos. Esto significa que su ingreso es más alto que en cualquier otro momento anterior, y que la mayoría de ellos no tendrá inconveniente en continuar trabajando en sus labores de escritorio después de los 65 años. En varias encuestas, nos confesaron sus intenciones de hacer exactamente esto.

En tercer lugar están sus más altas obligaciones financieras. El US Census Bureau reportó que hay niños en uno de cada cuatro hogares con personas entre 55 y 64 años. Esto se explica en parte porque algunos miembros de este grupo postergaron la decisión de tener hijos, pero también tiene que ver con que muchos de los baby boomers tempranos tienen nietos en casa.

Hemos estimado que dos tercios de los consumidores entre 60 y 64 años son abuelos. En el pasado, esto no implicaba un compromiso económico; pero la falta de aumentos en los salarios de los adultos jóvenes junto con su propensión a contraer deudas más altas, hace que hoy sea mucho más probable encontrar abuelos asumiendo el costo de las necesidades de sus nietos.

Estas características únicas de los baby boomers tempranos, virtualmente garantizan que transformarán el segmento de consumidores que hemos entendido como “tercera edad” en maneras que hoy apenas pueden ser imaginadas. Pero, sin duda, la combinación de factores discutidos arriba implica que este segmento tiene todo para convertirse en el elemento clave de cualquier plan de mercadeo de acá en adelante.

Para finalizar, información ilustrativa de la comparación de las edades entre Colombia y los Estados Unidos.

El poder de los hombres


Es más consciente que antes de su salud, de su físico, de lo que come, de los productos que se aplica y de cómo vestirse. Ya que ha retrasado la decisión de casarse, tiene más dinero para realizar actividades que le gustan.


* Las necesidades y preferencias de los que viven solos son especiales. Debido a su capacidad de almacenamiento reducida, tienden a comprar paquetes más pequeños y de manera más frecuente que las grandes familias. El consumo de productos para el microondas, comida congelada y domicilios están entre sus favoritos.

* “La creciente entrada de las marcas de lujo en Colombia es una tendencia con mucho impacto en el género masculino, pues el hombre es por naturaleza un ser motivado por un deseo profundo de progreso que desemboca en una necesidad de reconocimiento social que usualmente reafirma a través de su consumo”
José David Barrios, Costumer Marketing Manager Diageo, distribuidora de licores.

* “Los hombres cada vez están más informados sobre las tendencias de moda y sobre los atributos y beneficios de las prendas, lo que hace que éstos se vuelvan más exigentes a la hora de comprar un producto. Aunque no son muy arriesgados a la hora de vestirse, son seguidores de moda y adaptan las tendencias a su estilo de vida.
Felipe Bernal, gerente de marca Wrangler Colombia - Ecuador

* Según estudios de Rep/Grey, se observa un redescubrimiento en su vanidad. Son más conscientes de su salud y de su físico, por lo que el consumo de productos de cuidado personal, así como el uso de gimnasios y la búsqueda de cirugía plástica se ha incrementado.

* Los hombres no se quieren casar y, si lo hacen, lo harán a una mayor edad. Eso ha incrementado los hogares de personas que viven solas. De acuerdo con Euromonitor International, mientras en 1995 el 7% de los hogares colombianos estaba compuesto por una sola persona, en 2008 esta cifra se duplicó.

* “Los hombres compradores de artículos de lujo son muy distintos de los compradores de productos masivos. En primer lugar, son racionales y no compulsivos; en segundo lugar, están muy enfocados en productos para su disfrute personal”.
John Valbuena gerente de Bang & Olufsen

* El crecimiento promedio anual de productos For Men en América Latina es de 21% en valor (2009 vs. 2008), en categorías como fragancias, champús, acondicionadores y desodorantes como las más dinámicas.
Fuente: MenRevolution – Kantar Worldpanel.

* El 43% de los hombres en Colombia es Men Power: va al punto de venta y compra lo que él quiere. Esto contrasta con un 27% de los hombres que se sitúan en el perfil Lazy Men, que usa lo que encuentra en casa.
Fuente: MenRevolution – Kantar Worldpanel.

* Comunidad LGBT: lesbianas, gays, bisexuales y transexuales
A diferencia del mundo desarrollado, el acercamiento a este segmento en Colombia es todavía incipiente; una pena, porque es uno de los segmentos más espectaculares en términos de consumo, ya que, al no tener hijos, cuentan con altos excedentes para gastar en ellos mismos.
La comunidad tiene varias ventajas para explorar:
Está geo-referenciada, pues deciden vivir cerca los unos de los otros. Así, llegar con mercadeo directo es sumamente efectivo.
Su vida se basa en gran parte en el consumo, sobre todo el de experiencia.
Tienen alto poder adquisitivo y les gusta todo lo que tenga que ver con la estética, por lo que son altos consumidores de marcas de lujo.

Jóvenes, un nuevo entorno (17 a 24 años)


Se encuentran en un momento de consumo muy importante, pues están en la etapa de la vida en la se que marca la personalidad y la independencia económica.



* Su capacidad de consumo es reducida, por lo que sus decisiones de compra se basan principalmente en el precio. Esto lo ha entendido muy bien establecimientos comerciales como restaurantes, bares, almacenes, gimnasios, cines y teatros.

* El uso de cursos on-line por parte de los jóvenes se ha incrementado con el fin de entrenarse en múltiples profesiones a un costo menor. En Colombia, el Sena ofrece más de 450 programas de formación virtual.

* Según el estudio Megatrends de Yanhaas, en 2009, 96% de los jóvenes colombianos encuestados da la bienvenida a más cambios y novedades en su vida. Esto obedece a características de su personalidad, como la apertura al cambio y la orientación al riesgo.

* El sector privado también ha visto la oportunidad en la demanda por educación. Telefónica tiene el Aula 365, un portal con contenido educativo, disponible para sus clientes.

* Las redes sociales, como Facebook y Twitter, se han convertido en una de las claves que tienen los fabricantes de teléfonos celulares para atacar este segmento. En el último año, Nokia ha integrado a la promoción de sus equipos a grupos de blogueros y twiteros, quienes replican sus mensajes y se convierten en líderes de opinión.

* Segmentan muy bien su consumo. En unas cosas son 100% racionales y miden al centavo, como en las recargas de celular. Pero en otras nos son tan racionales y ahorran para comprarse algo que cuesta mucho más de lo que realmente significa como una buena botella de whisky para compartir con sus amigos.

* Los jóvenes representan cerca del 11% del mercado de consumo de hogares, dado que su estructura de gasto no incluye gastos fijos como vivienda, mercado y servicios, porque están subsidiados por sus padres. Esto les da una gran capacidad de compra que se focaliza en experiencias (rumba, conciertos), ropa y tecnología.
Fuente: Raddar

* La crisis económica impulsó a miles de jóvenes latinoamericanos a iniciarse en el mercado laboral. También impulsó la migración a países dentro de la región que ofrecían mejor educación, y más barata, como Argentina, o donde había más becas, como Brasil. Así, el portugués se ha convertido en el idioma alternativo al inglés.
Fuente: Euromonitor International

* Dado que internet mantiene actualizaciones constantes del tiempo-real en todos los ámbitos de la vida, los jóvenes han creado una cultura del ahora. Es importante que las marcas tengan esto en cuenta, ya que los consumidores esperan una respuesta inmediata de sus marcas.
Fuente: JWT

* Al igual que los “Baby Boommers” en su momento, la generación del fin del milenio (1985-2000) tiene una serie de atributos que la definen como un clúster que comprende a más del 30% de la población global:
— Es la generación de las consolas de video - GAMERS
— Tienen gran capacidad de adaptación tecnológica – GEEKS
— Es una generación post open mind y política – MATURISM
— Es una generación hiperconectada – MOBILES
— Acumulan bites – COLLECTORS
— Son fuertemente consientes de su rol planetario – ECOS
— Son místicos y muy espirituales – DARKS
— Son “céntricos”, todo es para ellos – CENTRICS
Fuente: Raddar

Niños conectados


Están conectados al mundo, no importa el estrato, por lo que se podría decir que es el segmento de población más homogéneo de todos.


* Los niños están envejeciendo más rápido. Se arreglan, se maquillan, se visten como grandes, tomando como referentes a los personajes de canales de televisión como MTV.

* Mientras en 1995 los niños representaban el 14% de la población colombiana, en 2008 eran 11,78% y se espera que para 2020 baje a 10,13%. Esto significa que el gasto por niño se ha incrementado dentro de las familias.
Fuente: Dane

* Restaurantes como Mc Donald’s y centros comerciales como el Andino en Bogotá se han aprovechado de su conciencia de consumo y del hecho de que influencian las decisiones de sus padres. Como resultado, estos lugares ofrecen productos y zonas diseñadas para ellos.

* La compañía de vestuario y accesorios Totto encontró que los niños entre 7 y 14 años –los tween- no se identifican con una marca de ropa en particular, lo que le permitió encontrar una oportunidad de extensión de marca y llevó a sus directivos a crear el concepto Totto Tú, enfocado en atender este segmento.

* “Los niños asumen cada vez más un rol protagónico a la hora de comprar, dado que son más tenidos en cuenta, y tienen más voz y voto que la generación anterior”.
Gabriel Castellanos, gerente Millward Brown.

* “El sabor no es suficiente. Migramos del diseño de producto al diseño de experiencias. No solo garantizamos que la experiencia sensorial sea placentera y novedosa sino también consideramos variables como sorpresa, reto, compartir, competencia y humor, entre otros, que maximicen la diversión en el momento de consumo”.
María del Pilar Rizo, gerente de marca Bubbbaloo Cadbury Adams.

* Al vivir rodeados de tecnología y ver que esta cambia constantemente, su exigencia por la novedad en todos los aspectos de su vida es mayor. Esto es un reto para las marcas, pues tienen que innovar en empaques, sabores, colores y diseños permanentemente.

* Para los adolescentes las marcas sí comienzan a ser importantes porque les ofrecen estatus dentro de su grupo social. Entre las marcas que se destacan por desarrollar productos especiales para ellos están Nike y Adidas, en ropa deportiva, y Nivea y Rexona, en aseo personal.

* “Son la generación más uniforme de todas. Los deseos de los niños en todos los estratos son los mismos, así las marcas que compren sean distintas. Como tienen más contacto con medios y son ávidos consumidores de internet, sin importar el estrato, un niño de estrato 2 y uno de estrato 5 pueden estar viendo al mismo tiempo Hannah Montana en Disney Channel. Así, los medios les llegan a la misma velocidad con el mismo peso. Están permeadados por lo mismo”.
Diego Plazas, director de entendimiento al consumidor Rep/Grey

* Target Group Index (TGI) identificó que Cartoon Network está en el top 10 de las páginas más visitadas de internet en Colombia y que Disney Latino está en el top 15. Entre los canales de televisión más vistos está Cartoon Network en el puesto 18.

* Un estudio realizado por Raddar revela que los niños son cazadores de experiencias y no de productos. Al plantearles la pregunta si la entrada al concierto de su artista favorito vale lo mismo que su último CD, ¿cuál compraría? 74,2% respondió que la entrada al concierto.